Si tienes claro que quieres dedicarte al Pilates, necesitas un plan concreto. Esta guía te da los pasos esenciales, con indicaciones prácticas y realistas.
Paso 1: Define tu objetivo y disponibilidad
Escribe tu meta a 12 meses (p. ej., 10-12 horas de clase/semana) y tu disponibilidad semanal real. Con ese dato, elige una formación modular y marca hitos mensuales.
Paso 2: Elige una formación con garantías
Busca programa por módulos, tutorización, prácticas y evaluación. Pide la malla curricular y comprueba la experiencia del equipo docente. La transparencia es un indicador de calidad.
Paso 3: Practica y documenta
Reserva mínimo 3 sesiones semanales (propias o guiadas). Graba breves clips para evaluar tu técnica y tu comunicación. El progreso registrado es motivación y portafolio.
Paso 4: Construye tu identidad profesional
Biografía breve (quién eres, para quién trabajas, por qué lo haces), foto profesional, un par de testimonios iniciales y un perfil en redes con consejos sencillos y útiles.
Paso 5: Tus primeras clases e ingresos
- Propón una clase demo en tu comunidad (amigos, compañeros).
- Busca sustituciones en estudios locales.
- Lanza un grupo reducido (4-6 personas) en un espacio alquilado por horas.
- Ofrece un pack de 8-10 sesiones con seguimiento básico.
Paso 6: Fija precios con criterio
Calcula coste por hora (sala, desplazamiento, preparación) y suma tu margen. Diferencia entre clase grupal, dúo y privada. Ajusta precios por zona y especialidad.
Paso 7: Mejora continua y especialización
Tras tres meses, elige un enfoque (p. ej., “espalda sana” o “Pilates para runners”). Crea un taller específico de 90 minutos y conviértelo en tu producto “puerta de entrada”.
Errores a evitar
- Posponer indefinidamente “hasta estar perfecto/a”.
- Subestimar tu tiempo de preparación.
- No pedir feedback real a tus alumnos/as.
- Fijar precios sin contar costes y desplazamientos.